viernes, 11 de febrero de 2022

Agua turbia e Idearios revolucionarios. Bello años sesenta

 

En Bello, le llegó el final al Consejo de Administración con el derrumbe de la dictadura. Cayó y con ella finalizaron las instituciones que la sustentaron. Volvió el Concejo Municipal. La mayoría de los concejales elegidos para el periodo 1958 – 1960, participaron en el ejercicio político durante los cinco años del gobierno de la dictadura. Ahora abrazaron el Frente Nacional y participaron del entusiasmo general por el pacto de entendimiento entre los partidos políticos que consistió en realidad en la repartición del poder de manera milimétrica entre liberales y conservadores.

La sensibilidad social de los políticos

Con la presidencia de Hernán Villa Baena el recuperado concejo municipal, atiende la solicitud de la “Visitaduría Administrativa de la Gobernación de Antioquia” hecha por Raúl Puerta Johnson, de destituir y encarcelar al personero municipal Hernando Uribe Jaramillo por haber cometido el delito de concusión. Se aprueba la solicitud y se pasa a elegir nuevo personero conservador por pertenecer a este partido el cargo. Se eligió al señor Álvaro Callejas Velásquez1.

El 8 de febrero de 1960 se aprobó el Acuerdo No.4 que adopta una partida para educación y se aprueban contratos. En el debate del articulado se expusieron los problemas de la ciudad. Las calles están intransitables, el agua es de mala calidad y el servicio es irregular. La energía eléctrica es necesario contratarla con Empresas Públicas de Medellín por la ineficiencia técnica de las plantas. Y para la educación se aprueba el nombramiento de ocho profesores para aliviar en parte la falta de cupos y la mala calidad de las escuelas2.

En mayo, el Concejo debate proyectos de acuerdo para resolver el pliego de peticiones de los obreros y la supresión de algunos cargos. El presidente Hernán Villa Baena, dijo que había más obreros de los que se pueden pagar. El distrito municipal tenía un déficit de $150.000 y al final del año 1960 acumularía uno de $500.000. Señaló al Personero de haber hecho los nombramientos, Y critica al Tesorero José Abel Jiménez por oponerse al aumento; “El señor Presidente dejó constancia de su perplejidad por las contradicciones en las cuales ha incurrido e incurre frecuentemente el señor Tesorero, pues, dijo, fue enemigo del aumento de salarios a los obreros alegando incapacidad fiscal del distrito y sin embargo no alegó la misma incapacidad cuando el número de servidores municipales fue elevado a más de treinta plazas, y así el erario público tuvo que padecer una erogación considerablemente mayor que la contemplada en el proyecto e aumento de salarios”3. El tesorero viene violando el código fiscal, porque ha comprado unos pupitres para las escuelas, desarmados, sin la existencia de contrato escrito y además el único en el municipio que puede celebrar contratos es el Personero. El Concejo convino en “suspender el recibo del mobiliario escolar en piezas y que la tesorería descuente el valor del trabajo realizado por obreros municipales para armar los pupitres4. Se creó una comisión para estudiar el contrato de los pupitres. En Acta de la sesión del 7 de junio se registró la conclusión de la comisión. El presidente Hernán Villa dijo: “La comisión que estudió la compra de los muebles llegó a dos conclusiones: En primer lugar que los señores funcionarios que hicieron la negociación procedieron con absoluta delicadeza […] otra conclusión es que la negociación fue desacertada, [porque] omitió la obligación de consultar con el Concejo, esa negociación…” El presidente concluye “Que la negociación fue desacertada para el Municipio, aunque haya quedado a salvo la honorabilidad de los empleados”5.

Se acuerda consagrar a la Acción Comunal y se manda a la “Junta de Coordinación Comunal” informar mensualmente al Concejo, al Personero y al Alcalde sobre sus labores y propuestas de solución de los problemas que encuentre en la comunidad. Este acuerdo también obliga a la administración municipal a proveer a la Acción Comunal “los medios suficientes para el desarrollo de sus campañas”6. Acontecimiento que muestra el tránsito del concepto de Centro Cultural al de Acción Comunal. En este acuerdo se registra la existencia de un Club Social dirigido por el señor Everardo Aguilar. Se propone comunicarle que la petición de condonación de una deuda del Club con la administración no es aprobada7.

Acuerdo 6 de 1960 registra la donación por Fabricato de terrenos en el barrio Santa Ana para una escuela primaria8. y otras donaciones para otras escuelas en el municipio, según planes de los doctores Celso Solano e Iván Arango. Y la destinación de $1.000 para atender la visita del gobernador en el acto de inauguración de la nueva cárcel municipal9.

Se encuentra un acta secreta referida a un debate sobre la exención de impuestos a la empresa Fabricato el 27 de mayo de 1959. Presidida por Jesús María Torres; concejales María Díaz Z. de B. Gilberto Zapata Lotero, Fortunato Tobón O. José Gaviria, Levy Saldarriaga, Mauro Castrillón, el Personero y el Tesorero de Rentas. El presidente dijo que el motivo de la sesión secreta es “el aumento de impuesto a Fabricato; que como el asunto es muy delicado y el pueblo no entiende estas cosas en su justa acepción…” El tesorero habló con las directivas de la empresa y se acordó considerar el impuesto muy alto. El concejal Zapata Lotero dijo que no está de acuerdo con considerar alto el impuesto porque la empresa es muy poderosa y si bien le ha dado mucho a Bello, “el pueblo le ha retribuido en igual medida”. Y terminó diciendo que en el concejo se observa la tendencia de mantener el impuesto tal como fue planteado. Esta posición del concejal fue aprobada10.

A tres ciudadanos, se hace un reconocimiento por ser expertos evaluadores al haber hecho el avalúo de los terrenos de La Madera, ellos son “los señores Pedro Nel Ochoa, Jobino Marín, y Miguel Roldán, peritos nombrados por el Juzgado Municipal”11. El presidente Villa Baena se opone a dicho reconocimiento porque dice “que el señor juez había fijado honorarios escandalosos a los peritos, por lo cual calificaba ese acto como un asalto al Tesoro público, amén de que aquel funcionario no podía…” por ser una atribución del concejo.

El transcurrir del tiempo y las rutinas políticas protagonizadas por el concejo municipal dejaron una huella social. Los nombramientos de empleados y trabajadores se pactan antes de ser solemnizados por acuerdo municipal según la doctrina del Frente Nacional. El pacto se justifica con el argumento de tomar una actitud patriótica. Aunque el concejal Miguel Velásquez se queja por cargar el presupuesto de unos gastos que el tesoro municipal no aguanta.

El primero de noviembre de 1960, se registra una reunión de los concejales electos para el periodo 1960 – 1962, y acordar la composición de la mesa directiva del concejo para cumplir con la “milimetría política” del pacto bipartidista de 1958. Acudieron “Dn. Leonardo Velásquez, José Ma. Correa, Eduardo Velásquez, representante del grupo conservador; Dr. Hernán Villa, Mario Atehortua y Gabriel Castaño en representación del Movimiento Popular Liberal Revolucionario; Bernardo Agudelo, Rafael Piedrahíta y Enrique Viana en representación del Grupo Liberal llamado oficialista; Leonel (Pionono) Gómez, Mariela Agudelo, Gerardo Maya, en representación del Grupo Laureanista”12. No hubo elección ni consenso y se debió aplazar. En la sesión del siete de noviembre se eligió como presidente a Rafael Piedrahita Arango. Primer vicepresidente a Eduardo Velásquez. Segundo vicepresidente a Gabriel Castaño y como secretaria se eligió a Gladis Velásquez13.

Igualmente la elección fue impugnada por el concejal Mario Atehortua del Movimiento Popular Liberal Revolucionario y se expresó con palabras beligerantes contra el sistema bipartidista, dijo:

 

“La dificultad para el nombramiento de mesa directiva del Concejo es producto del sistema bipartidista que está perjudicando no solo la marcha de las administraciones municipales sino el engranaje administrativo de todo el país; el pueblo debe buscar otros sistemas ya que con el actual no hay sino rebatiña de los jefes políticos, de los caciques parroquiales con miras al solo beneficio personal y perpetuar sistemas caducos. Por todo lo cual el bipartidismo debe ser rechazado porque, además es una camisa de fuerza que se le pone a la libre expresión popular con miras a perpetuar el predominio de las clases dirigentes y oligárquicas”14

En esa sesión del nuevo consejo se aprobó comprar un lote para construir casas para los obreros y enviar un saludo a las organizaciones sindicales de Antioquia: la UTRAN, La FEDETA, Sindicato de Pantex, Fabricato, trabajadores municipales y ferroviarios, e “invitarlos a que realicen la unidad de la clase obrera [que permita el] triunfo en sus reivindicaciones y en su lucha contra la explotación del capitalismo nacional y contra la dominación del imperialismo yanqui sobre nuestro país”15.

El concejal laureanista Pionono Gómez, al siguiente día impugnó la elección de Rafael Piedrahíta y denunció que quien había ganado fue el Liberalismo Oficialista, por un pacto con el conservatismo celebrado en el Club Jardín Clarita. La elección de Piedrahíta salió del Salón Clarita: fue un pacto entre Hernán Villa y Leonardo Velásquez16.

Esta referencia a un espacio de encuentro posibilita acercamiento a la fisis de la ciudad. Ese lugar ocupaba media manzana contigua al parque Santander. El acceso se hacía por la calle 52 A, considerada como un callejón abierto, entre el parque y el teatro Iris. Calle corta, residencial y con algún comercio. El Clarita fue una construcción en claustro. Un jardín rodeado de salas contra los muros, abiertas, que permitían alguna intimidad a los enamorados y un gran escenario para orquestas y cantantes; el jardín en la parte central, estuvo dividido en pequeños abrigos bajo árboles, como islas, con mobiliario y altoparlantes, para grupos pequeños de comensales, servidos por elegantes meseros. Los visitantes portaban sus mejores galas o atuendos para asistir al club, abierto a todos los que pudiesen pagar por los servicios.

De ahí, en noviembre de 1960 salió la presidencia del concejo municipal para Don Rafael Piedrahíta17, médico empírico, farmaceuta licenciado, dueño de la Botica Suárez, por la cual pasaban los adoloridos, las hipocondríacas y sobre todo, los padres a quienes se les enfermaba su enorme descendencia por la mala calidad del agua. Él, magnánimo, recetaba al costo de lo que pudiera pagar el cliente, de contado o en diferido. La pobreza de las gentes obligó al concejo a producir una resolución por la cual dedica la primera hora de todas las sesiones a escuchar las gentes de los barrios para que hagan los “reclamos a que hay lugar, en todo los relacionado con la organización y el funcionamiento de los servicios públicos y demás necesidades que afectan su población”18. Y solucionar de inmediato los problemas; si no fuese posible, “el cabildo designará comisiones que, asesoradas por representantes de dichos barrios, entren en el estudio de tales asuntos con la obligación de rendir informe en el menor tiempo posible”19.

Al final del año 1960, en el concejo de Bello se suscitó un crudo debate con duras acusaciones mutuas entre los concejales. El motivo estuvo en el avalúo de los terrenos de la finca Mariela, para venderle a la Federación de Cafeteros, donde esta empresa construiría sus silos de almacenamiento. El concejal Gabriel Castaño del Movimiento Popular Liberal Revolucionario, acusó al concejal Gilberto Zapata Lotero de beneficiarse del avalúo de las tierras de la Mariela, hecho por los peritos Pedro Nel Ochoa, Jobino Marín, y Miguel Roldán; dijo: “Gilberto Zapata Lotero era un cacique que manejaba a su amaño ciertos concejales”20 y un chanchullero, pues también hace parte de la junta directiva de la Federación de Cafeteros, posición desde donde influenció la negociación. Pero el concejal Bernardo Muñoz reta al concejal Castaño a presentar pruebas porque Gilberto Zapata Lotero tiene “la dignidad de uno de los hombres más prestantes, sino el más prestante de este municipio”21.

Gabriel Castaño redobló sus acusaciones contra Zapata Lotero, le dijo ladrón, lobo con piel de oveja. No ha hecho nada por Bello cuando ha ocupados altos cargos y antes se ha opuesto a obras tan importantes para el pueblo como la creación del hospital municipal. Denunciaron los concejales Villa Baena y Leonardo Velásquez como, un juez influenció a los señores “avaluadores de que avaluaran a determinada cantidad el lote […] es un acto completamente ilegal, injusto, inmoralizador [además] se llevaron al señor de valorización a un club”22 para bajar el precio de la tierra. El debate llegó al punto de tener que citar a los avaluadores para que declararan. Estos dijeron que aprobaron el precio de siete pesos la vara de los terrenos de la Mariela, porque escucharon que un comprador ofrecía ese precio y porque en conversaciones con los vecinos de la Mariela y del sector aledaño de la Madera, informaron ser ese el precio de la vara de tierra. Los concejales del Movimiento Popular Liberal Revolucionario votaron en contra de la venta porque les pareció muy bajo el precio; pero a pesar de ellos, la tierra se vendió a siete pesos la vara a la Federación de Cafeteros.

El alcalde Elías Uribe, reducido a firmar las decisiones del concejo y ante el déficit de las finanzas del municipio acusó al tesorero José Abel Jiménez, en una reunión del partido liberal, a la que asistían obreros municipales, de ser el causante del déficit por pagar a una cantidad de empleados y obreros, más allá de las posibilidades económicas del municipio; y dijo que ese número exorbitante de trabajadores los nombraron los concejales como sus clientelas políticas, para hacerse reelegir. El alcalde fue confrontado y se defendió diciendo: “La cosa está clara. En el concejo hay tres comunistas, tres laureanistas, tres liberales y tres ospinistas”23.

Los tres comunistas, se expresaron ante la coyuntura presentada por la intensión de la iglesia católica de hacer un censo para identificar sus enemigos. Los tres militantes del Movimiento Liberal Revolucionario, señalados de comunistas (Hernán Villa, Mario Atehortua y Gabriel Castaño) redactaron una proposición para que el concejo se pronunciara contra el pretendido censo. Fue leída en la sesión del 21 de noviembre y su contenido fue una declaratoria de un ideario liberal, en el que se recalca la separación estado iglesia y una denuncia contra la intensión de la jerarquía eclesiástica de llamar a un exterminio de sus enemigos políticos. Dijeron: el concejo de Bello, por ley es el único autorizado para realizar censos en el territorio del municipio. El llamado “Censo Parroquial” no se limita a las preguntas sobre la Santa Misa, la Comunión, la Confirmación, el Bautismo y la militancia religiosa, sino que invade campos vedados a las mismas autoridades del Estado […] las preguntas se refieren, […] a las ideas políticas de los censados, a su militancia en organizaciones sindicales y, […] sus íntimas costumbres”24; inaceptable porque Bello tiene los más combativos dirigentes sindicales de la clase obrera antioqueña.

Bello es una ciudad obrera que aún no ha despertado, pero que sigue produciendo líderes de los trabajadores. El “Censo Parroquial” busca señalar “a esos combativos representantes de la clase obrera que no siempre se han plegado a los intereses defendidos por algunos clérigos […] y en cambio han sido capaces de enfrentarse a las iras de los púlpitos”25. Ejemplo, Abel Álvarez, conservador, presidente del sindicato de Tejicondor y recientemente elegido vicepresidente de la Federación de Trabajadores de Antioquia (FEDETA) por la X Conferencia Departamental del Trabajo; Alberto Gómez, presidente del sindicato de Fabricato, a quien la empresa lo señaló de comunista, es también el presidente de la Unión de Trabajadores de Antioquia (UTRAN) y Ocaris Arango, presidente del sindicato de Pepalfa que dirige más de mil obreros.

No nos oponemos a la religión ni a la iglesia católica, solo estamos en contra de utilizar el derecho a la libertad de cultos para violar la ley meterse en las ideas políticas de la gente; “Así, por ejemplo a ciudadanos afiliados a nuestro Movimiento Revolucionario Liberal, se les mantiene en un estado de constante zozobra por parte de vecinos que opinan que su militancia en el M.R.L. es contraria a la religión”26. En revistas católicas se injuria y amenaza a los militantes. Con el poder del púlpito se hostiga a muchos ciudadanos que han tenido que abandonar sus amigos en los barrios. Luego de leída la proposición, abandonaron la sesión del concejo los concejales conservadores y laureanistas y debió terminarse la sesión por falta de cuórum.

El 28 de noviembre se hizo un diagnóstico de la situación de la sociedad bellanita, presentado al concejo por la comisión encargada de estudiar la creación del hospital municipal. En la comisión estuvieron José Abel Jiménez, el médico Josué Upegui, Mario Ateortúa y Bernardo Muñoz; dijeron: Bello además de tener los mismos problemas de los demás municipios de Antioquia con el “acueducto, alcantarillado, recolección y eliminación de basuras, control de carnes y de expendios de alimentos y bebidas, campañas especiales de salubridad como la antirrábica, antituberculosa, antivenéreas, nutricional y de educación sanitaria”27, servicios carentes o insuficientes y agudizados por el crecimiento de la población urbana cercana a 80.000 personas, hacinadas, que se triplican en nueve años; además Bello es un municipio “industrial, agitado, dinámico, desasosegado, expuesto a todos los accidentes, epidemias y vicios sociales que son comunes a toda ciudad de crecimiento y progreso rápidos cuando no interviene la acción curativa y preventiva del estado…”28. El Centro de salud actual solo es capaz de atender 15.000 personas y para que un pueblo sea próspero y feliz, no puede ahorrar esfuerzos en salud y educación.

En Bello se debe tener un cuerpo médico a la altura que lo exige la Organización Mundial de la Salud (OMS), para impulsar programas de vacunación masiva, educación sanitaria, saneamiento ambiental y programas antiparasitarios. Elevar el nivel económico de la población para que pueda tener educación elemental, técnica y académica.

El médico Josué Upegui terminó el informe con el siguiente estado de cosas de Bello: el hospital San Vicente de Medellín atendió en el año 1959 solo 30 personas de Bello, “tampoco se puede contar con la clínica Fabricato ni con el Instituto de los Seguros Sociales pues dichas entidades solo atienden a un número de ciudadanos no mayor a 13.600. El resto de la población, aproximadamente 66.000 tienen que atenerse a sus recursos o a los servicios del médico oficial y como se desprende, muchos quedan condenados a morir por falta de asistencia médica”29. Esta acta tiene dos datos: El edificio donde funciona la Secretaría de Higiene o el centro de salud, la nación lo cede al municipio para que allí se monte el Hospital Municipal y se declara monumento nacional la capilla donde fue bautizado Marco Fidel Suárez. Por el acuerdo 18 del 30 de noviembre de 1960 se creó el Hospital Municipal30.

Los habitantes de Bello en los años sesenta tuvieron la posibilidad de apreciar todos los días una muestra del cine hecho en Hollywood y en México. Lo hacía el cineasta Enoc Roldán quien lo proyectaba en espacios públicos. Muchas veces sobre muros blanqueados o sobre una pantalla instalada en el capó de su jeep. Enoc le pidió al concejo de Bello un auxilio para realizar una película. El concejal Eduardo Velásquez G. se puso en contra y “se refirió a la exuberante ganancia que está obteniendo el peticionario con la producción de sus películas, pues de la representación de una sola de ellas obtuvo seis mil pesos de ganancia líquida…”31. Por eso el auxilio fue negado.

Vida de acción comunal

El organismo de base popular, traído desde la primera parte del siglo veinte, los “centros cívicos”, continúo en la década de los sesenta, pero comenzó a darle vía a las Acciones Comunales. Bello fue el protagonista en una edición del periódico Medellín Cívico. Las crónicas e informes en este periódico permiten construir semblanzas e imágenes sobre la vida social de Bello en la década: Se caracteriza la población por estar “a la vanguardia del progreso en Antioquia”. Se registra una Coordinadora de Acción Comunal de Bello sobre la que rinden informe Raúl Mendoza Villa promotor de las A. C., Ocaris Arango Restrepo presidente de la coordinadora y Elvia de Isaza secretaria. Estos directivos dicen que por “el sistema de Acción Comunal” se han ejecutado obras de trascendencia para el bienestar de la comunidad.

La coordinadora se reestructuró el 19 de febrero de 1967 y desde ese día se registran las siguientes obras: 1. Reforma de los estatutos de la Coordinadora para darle “mayor movilidad y mejor servicio para las demás Juntas Comunales de Bello”32. 2. Canalización a través de la Coordinadora de los recursos financieros de ayuda del municipio. 3. Aumento de diez a veinte pesos mensuales la cuota de las Juntas afiliadas que permitió el trabajo de ocho horas de la secretaria de la Coordinadora. 4. Visitas al territorio de cada Junta barrial los domingos para “oír sus quejas y remediar sus males”33. 5. Organización de un ciclo de formación sobre las Acciones Comunales por dos meses, sábados y domingos; el siclo lo recibieron “212 líderes que serán seguramente los futuros dirigentes de las diversas juntas“34 de Bello. Ayudaron a realizar el ciclo las empresas “Frabricato, Empresas Públicas de Medellín, Arquidiócesis de Medellín, Corporación Cívico-comunal del valle de Aburrá, INDESCO, Corporación Financiera Nacional, Oficina Regional de Acción Comunal, Administración Pública de Bello y muchísimas otras”35.

El ciclo fue hecho para generar conciencia en las comunidades de la responsabilidad sobre sí mismas de su propia solidaridad. Además la coordinadora ha tramitado personerías jurídicas, ha extendido “la noble causa de la Acción Comunal [ha hecho] tomar conciencia de lo que es la Metodología y Filosofía de la Acción Comunal en todos los niveles […] local, municipal, departamental y nacional”36. El protagonismo e importancia social de las Acciones Comunales estuvo en el papel jugado en el desarrollo de los servicios básicos. Por el método de aporte del trabajo comunitario se construyeron los acueductos, alcantarillados, caminos y escuelas de los barrios Fontidueño, Playa Rica, El Paraíso, San Martín, San Gabriel, Pacelly, La Primavera, El Salado, La Gabriela, El Cairo, Acevedo y Tierra Adentro. Los directivos consultados informaron que hasta el mes de octubre de 1967, “nuestras obras comunales […] sobrepasan […] los 3 millones, 500 mil pesos…”37.

Luego de presentar el protagonismo de la Acción Comunal en la construcción de acueductos, el periódico editorializa sobre el pésimo servicio de agua potable que padece Bello a pesar de ser un “centro industrial, cultural y comercial” de importancia nacional. “…sus gentes se mueren de sed y viven en permanente peligro de contraer endemias…”38 Y dice el editorialista que se padece la falta de agua potable por la ruptura de la administración del municipio con la empresa experta en acueductos “Acuantioquia”. Y si no hay acuerdo, que se contrate con Empresas Públicas de Medellín, pues esta ya viene prestando con eficiencia el servicio de luz. Esta será una de las tareas que asuma el nuevo alcalde Eladio Osorio Marín, abogado de la Universidad de Medellín. Hombre de confianza del gobierno departamental y con amplia experiencia administrativa en varias empresas antioqueñas39.

Dinámica cultural

Para el profesor Alfredo Atehortúa a mediados de los años sesenta se inició en Bello un segundo periodo en la dinámica cultural, contextualizado en el influjo de la intelectualidad y la izquierda latinoamericana o nacional y el debut de las ciencias sociales con las facultades de sociología; el debate crítico sobre el marxismo y acontecimientos sociales como el Mayo francés de 1968, “…el Concilio Vaticano II, el surgimiento de la izquierda armada, la ruptura chino soviética, la guerra de Vietnam, el hipismo, el Rock and Roll, la teoría de la liberación…”40 Llegaron al liceo Fernando Vélez la Educación popular que impulsaba un papel para el arte y cultura, la conformación de comités estudiantiles orientados por organizaciones juveniles de izquierda, “igualmente la conformación de grupos artísticos con una fuerte vocación revolucionaria, y para quienes el arte debí cumplir una función liberadora”41. A la par se crea la “casa de la cultura de Bello” impulsada desde la casa de la pintora Lola Vélez, que tomó el matiz de un movimiento cultural. Varias “actividades artísticas y culturales” se destacan en este segundo periodo ubicadas en el los años sesenta, entre ellas la creación del Secretariado de Fabricato para “capacitar a los trabajadores y a la comunidad en general en artes y oficios como música, danza, pintura, cerámica, plomería, electricidad…”42 El Secretariado se transforma en 1970 en la Corporación Fabricato para el Desarrollo Social.

El periódico que se viene citando, Medellín Cívico, registra las funciones de la oficina de valorización, acomodada por norma nacional desde 1966 a financiar obras públicas con dineros de los beneficiados. La valorización en Bello la manejó desde el año sesenta y cuatro el ingeniero egresado de la Escuela de Minas Humberto White Arango, al mismo tiempo que las Obras Públicas. White informa al periódico de las carencias del municipio: hay una fuente (bocatoma) de agua en la quebrada El Hato, que capta 220 litros por segundo para surtir 76 mil personas; pero no alcanza a cubrir los 93.207 habitantes que contó el censo de 1964. El acueducto no tiene medidores de consumo. Un estudio de la firma INTEGRAL43 determinó que el municipio de Bello necesitaba 23 kilómetros de tubería de seis pulgadas (6”) a un costo de $5.000.000, para atender 220 mil habitantes, población a la que el municipio llegará muy pronto. No hay tanques ni plantas de tratamiento en funcionamiento.

La Junta de valorización estaba presidida por Gabriela Uribe de Benjumea; vicepresidente Gilberto Álvarez. Principales: Pablo Marín, Augusto Pérez, Gilberto Álvarez, Francisco Cuartas, Rubén Álvarez. Suplentes: Jaime Arango Rojas, Alberto Uribe Bolívar, Hernando Pulgarín, Joaquín Higuita y Guillermo Patiño. Esta Junta en acuerdo con el director Humberto White Arango, tuvieron un “presupuesto para la vigencia de 1.968 […] de 4 millones 75 mil pesos”44 para realizar obras ya diseñadas como la “remodelación de la zona norte de la ciudad […] 162 mil metros cuadrados [y] pavimentación, cambio de redes de acueducto y zonas verdes…”45

Amplio el registro del evento cultural más importante de la ciudad de Bello llamado Semana Cervantina, Suarista y del Bibliotecario en el 23 de abril de 1968. El director de Extensión Cultural Juan Roca Lemus (Rubayata)46, dice el reporte, “pronunció su oración”; en la reproducción se lee una laudatoria retórica sobre Marco Fidel Suárez y su madre Rosalía. Saca a relucir una cita de los Sueños de Luciano Pulgar “…podemos decir que el pensamiento es el alma, la palabra es el hombre, y la lengua es la patria”47, termina la oración pidiendo un minuto de silencio por Luis López de Mesa.

El protagonismo de Bello en el periódico Medellín Cívico, se ajusta resaltando el trabajo de algunos personajes funcionarios públicos como Lázaro Ortega jefe del almacén, José Abel Jiménez Zapata tesorero municipal, Rafael Castaño Franco personero municipal y Juan Roca Lemus director de Extensión Cultural. De Lázaro Ortega Cifuentes, dice48 que hace quince años trabaja con la municipalidad. Ha pasado por los cargos de inspector de policía y almacenista; a esta dependencia la ha tecnificado. Del tesorero José Abel Jiménez Zapata dice49 haber puesto un nuevo clima en esa entidad como economista; la oficina será dotada de máquinas sumadoras, calculadoras y de escribir para llevar una contabilidad moderna en manos de un contador juramentado quien será contratado; todo tendiente a un verdadero control, porque “…un 30 por ciento de las [empresas y negocios] que existen en la población no pagan [impuestos hace tiempos] y otras nunca lo han hecho […] pero ya llegará la hora de un verdadero control”50. El periódico el Colombiano en abril de 1967, registró el embargo impuesto por la tesorería de Bello al Colegio La Salle por no pago impuestos. El rector hermano Carlos Enrique Gil y el párroco del barrio Santana Argiro Ochoa llamaron a los exalumnos del colegio a conformar una organización para presionar a la administración por una exención: “después de hacer varias solicitudes de exención, que sería lo más lógico…”51.

De Rafael Castaño Franco personero municipal, dice: “ducho en cuestiones administrativas”, ha sido secretario del Concejo municipal, director de la Biblioteca Marco Fidel Suárez; como personero “…está en contacto frecuente con todos los habitantes […] por medio de las Juntas de Acción Comunal y de los vecindarios…”52 que ven en él medidas progresistas.

De Juan Roca Lemus llamado (Rubayata), dice haber llevado grandiosas obras en Extensión Cultural. Él es periodista, ensayista e intelectual. Aplaudido por la Cámara de Representantes por la obra realizada en Bello el 23 de abril de 1968 en honor de M. F. S. y por “la tarea cultural […] conferencias de connotados […] intelectuales, recitales de universitarios, escenificaciones teatrales de poética negra, actuación de la Banda del Conservatorio de la Universidad de Antioquia, de las masas corales, la estudiantina y danzas folclóricas de la gobernación del departamento…”53. Luego el redactor de la nota destaca y describe la dependencia donde funciona extensión cultural, el edificio de la biblioteca M.F.S. Tiene hemeroteca y discoteca. Salón de lectura y de actos culturales. Sala de correspondencia con embajadas, consulados y otras bibliotecas del país y del exterior. Tiene gran concurrencia de estudiantes y “diversas clases sociales”, una secretaria general Dolly López de Mesa de Jiménez, Lucila Higuita Ramírez bibliotecaria y Estela Ramírez Montoya encargada del cuidado de la Choza.

La ciudad presentó para los redactores de Medellín Cívico, un ámbito cultural regido por el ejemplo de semilla de varios “…varones ilustres […] don Marco Fidel Suárez, quien llegara a la Presidencia de Colombia. El Dr. Fernando Vélez B. jurisconsulto e internacionalista […] su hermano, don Lucrecio, quien firmaba con el seudónimo de Gaspar Chaverra, literato y filántropo, fundador de una esclarecida familia [en Medellín]. El doctor Luis Arango A. galeno de exquisita sensibilidad social […] los presbíteros doctores Félix Mejía P. y Rogelio Arango C.”54

Además para el desarrollo cultural, dos centros oficiales de educación primaria, masculino y femenino en el centro y treinta escuelas primarias en los barrios y zona rural. Cinco planteles de bachillerato; tres eclesiásticos (Colegio La Salle, Colegio femenino La Presentación, Instituto Parroquial), uno oficial (Liceo Fernando Vélez) y otro privado laico (El Instituto de bachillerato Roberto Jaramillo). Además de la actividad cultural irradiada desde la Biblioteca M.F.S. y Extensión Cultural, están los movimientos culturales llamados “RECUBE, o sea Renovación Cultural Bellanita. Y el Centro ASUBE, o sea Asociación de Universitarios de Bello”55. Otro aspecto cultural de Bello es, dice Medellín Cívico, la transformación del llamado “presidio infantil”, en una “obra admirable, de pujante desarrollo, una obra en grande de tipo sicológico y sociológico, hoy en manos de los RR. PP. Capuchinos Terciarios”56 y convertido en una verdadera Casa Correccional y Escuela de Trabajo. Completa los “Diversos Ordenes de la Vida […] el sanatorio Mental de Bello […] ajustado a la técnica de lo misional en lo psiquiátrico [y] la dirección de Aseo Municipal [dirigido por] don Jaime López Gómez”57 que arregla los parques y limpia la ciudad para presentarla al turismo nacional y extranjero.

Y del tren burocrático “La administración departamental [ha nombrado] para el municipio de Bello a funcionarios dinámicos y eficaces”: Eladio Osorio Marín, alcalde; Javier Pulgarín Vanegas, secretario de gobierno; José Abel Jiménez, tesorero; Rafael Castaño Franco, personero; Humberto White Arango, jefe de valorización; Juan Roca Lemos, jefe de extensión cultural; Fabiola Monsalve, jefe de personal; y Aristóbulo Cardona Franco, registrador municipal del estado civil58. El Concejo entrante y saliente en noviembre de 1968: terminaron periodo: Presidente Jaime Arango Rojas. Principales: Germán Arango, Lucía González de Bernal, Alberto Gómez Villa, Pablo Baena Berrío, Eleazar Agudelo A., Eleazar Orozco Quinceno, Enoc Roldán R., Leonardo Velásquez O., Ester Múnera de P., Augusto Pérez A.59

Y entraron los once concejales electos el 17 de marzo de 1968: Jesús H. Ospina Arango, Eleazar Orozco Quinceno, Marco Tulio Ruiz V., Jorge Uribe Velásquez, Margarita Correa de M., Jairo Duque Velásquez, Jaime Arango Rojas, Armando Estrada Villa, Pablo Baena Berrío, Pablo Zapata  V., Enrique Viana A., Nazareno Acevedo García60.

Bello en 1968, según proyección del censo del año 64 se calculó la población en 120.830 habitantes. El presupuesto fue de $9.000.000. Tuvo cuatro inspecciones de policía, diez parroquias, cuatro bancos, tres factorías de Fabricato y la fábrica Pantex; además de los talleres de los Ferrocarriles Nacionales y la centralización del acopio del café producido en Colombia en los “silos de la Federación Nacional de Caferteros”61

El mundo y lo local

El populoso municipio tuvo en su atmosfera cultural y política muchas de las expresiones que se dieron a nivel nacional e internacional. Hubo ambiente festivo por el Frente Nacional. Hubo expresiones del hipismo, contra guerra de Vietnam, contra moral burguesa, dentro de la aparición de subculturas. La alianza para el progreso de John FitzGerald Kennedy para enfrentar Propaganda de la revolución cubana, se expresó en los programas del Hospital Municipal con la distribución de ayudas alimentarias. La guerra fría entró en las conversaciones de jóvenes y viejos para tomar partido por la superioridad militar de gringos o rusos. El fenómeno guerrillero, surgimiento de las FARC, ELN, el EPL entraron en los colegios públicos en términos de inspirar sectores del movimiento estudiantil para debatir ideas marxistas, del liberalismo revolucionario del MRL o la ANAPO y el fenómeno agrario - campesino de la ANUC (Asociación Nacional de Usuarios Campesinos). Los años sesenta fueron una década de protesta y modernización del Estado con los llamados institutos descentralizados de Lleras Restrepo62. La protesta social tuvo poderoso impulso por la de muerte de Camilo Torres 1966 y la del Che en 1967 y le dio peso al prestigio de la lucha armada, todo dentro de mundo teórico que sustituía la investigación empírica de las condiciones reales de la población fundamentalmente conservadora.

Guillermo Aguirre González

Febrero de 2022

Notas

1. A.H.B. Concejo de Bello. Acta Secreta No. 2. Enero 22 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 4

2. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 5. Febrero 8 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 25

3. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 6. Mayo 24 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 28

4. Ídem. Folio 29

5. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 7. Junio 7 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 37

6. Ídem. Folio 29

7. Ídem. Folio 30

8. Ídem. Folio 31

9. Ídem. Folio 32.

10. A.H.B. Concejo de Bello. Acta Secreta No. 1. Mayo 27 de 1959. Libro 9 Caja No.13. Folio 34

11. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 9. Junio 10 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 42

12. A.H.B. Concejo de Bello. ACTA DE JUNTA PREPARATORIA DEL CONCEJO. Libro 9 Caja No.13. Folio 45

13. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 1. Noviembre 7 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 47

14. Ídem. Folio 48

15. Ídem. Folio 49

16. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 2. Noviembre 9 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 51.

17. Ídem. Folio 51

18. 19. Ídem. Folio 53

20. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 5. Noviembre 16 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 64

21. Ídem. Folio 64

22. Ídem. Folio 66

23. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 7. Noviembre 21 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 84

24. Ídem. Folio 89

25. 26. Ídem. Folio 90

27. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 10. Noviembre 28 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 108

28. Ídem. Folio 108

29. Ídem. Folio 110

30. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 11. Noviembre 30 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 117.

31. A.H.B. Concejo de Bello. Acta No. 12. Diciembre 2 de 1960. Libro 9 Caja No.13. Folio 120

32. Medellín Cívico, vocero de los 200 centros cívicos comunales de Medellín, en su número 155 del 29 de abril de 1968. Pág. 3.

33. Ídem. Pág. 3

34. 35. 36. Ídem. Pág. 13

37. Ídem. Pág. 14.

38. Editorial. “Acuantioquia” y el Municipio de Bello. En Medellín Cívico. Pág. 4.

39. Ídem. Pág. 7.

40. Atehortúa Castro, Luis Alfredo. El movimiento cultural del municipio de Bello: una experiencia de ciudadanía 1989-1998. Trabajo Grado Maestría Ciencia Política Universidad de Antioquia. Medellín 2001. Pág. 33

41. Ídem Pág. 33

42. Ídem Pág. 34

43. Bello. Superávit en Valorización, por la organización de su Director. En Medellín Cívico. Pág. 5

44. Ídem. Pág. 5

45. Ídem. Pág. 5

46. Suárez, Cervantes Shakespeare, el Día del Idioma, a través de Juan Roca Lemus. Emocionado Homenaje Público a Luis López de Mesa. En Medellín Cívico. Pág. 8

47. Ídem. Pág. 8

48. Lázaro Ortega C. En Medellín Cívico. Pág. 5

49. La Tesorería Municipal de Bello entra a una reorganización bien tecnificada. En Medellín Cívico. Pág. 9

50. Ídem. Pág. 10

51. Los exalumnos lasallistas se organizan en el municipio. En El Colombiano. Medellín 23 de abril de 1967.

52. Rafael Franco Castaño. En Medellín Cívico. Pág. 10

53. Grandiosa es la obra desarrollada por la Extensión Cultural de Bello. En Medellín Cívico. Pág. 11

54. Como ha tomado propulsión el municipio de Bello en diversos órdenes de vida. En Medellín Cívico. Pág. 3 y 14. Para corregir los jóvenes díscolos.

55. 56. 57. Ídem. Pág. 14

58. Quienes rigen los destinos de la ciudad de Bello. En Medellín Cívico. Pág. 14

59. Conformación del Concejo que termina labores. En Medellín Cívico. Pág. 16

60. Como quedó integrado el Concejo municipal de Bello. En Medellín Cívico. Pág. 16

61. Bello está a la vanguardia. En Medellín Cívico. Pág. 14

62. Álvaro Camacho. Los años sesenta: una memoria personal. En Revista de Estudios Sociales No. 33. UniAndes Bogotá. 2009

Imagen. Composición con fotos tomadas de Fotos antiguas de Bello.


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